Sin resolver siguen 69 muertes de periodistas
Unos 69 periodistas, comunicadores sociales y personas que laboraban en medios de comunicación, han muerto de manera violenta en Honduras, sin que a la fecha se hayan esclarecido completamente los casos, por lo que según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), la impunidad se mantiene en un 95 por ciento.
Desde el 2001 a la fecha, se contabilizan 66 hombres y tres mujeres, todos profesionales de la comunicación, ultimados por manos criminales. Asimismo, entre el 2001 hasta el 2008 murió un periodista cada año. Posteriormente, desde el 2009, las cifras anuales comenzaron a incrementarse.
En el 2010 se registraron 12 homicidios, el año más violento para el gremio periodístico y medios de comunicación; en 2011 se registraron seis crímenes; en el 2012, nueve; y en el 2013 seis homicidios.
Otros de los años más violentos para el ejercicio de la profesión periodística fueron el 2014 y 2015, cuando ocurrieron diez muertes violentas de personas que laboraban en medios de comunicación, incluyendo periodistas de profesión y 11, respectivamente.
El año pasado dejó cuatro homicidios pendientes de investigación, al igual que el primer caso del 2017, con el asesinato del periodista del Canal “Hable Como Habla” (HCH), Igor Padilla.
INVESTIGACIÓN PROFUNDA
El representante del Conadeh, Roberto Herrera Cáceres, instó a las autoridades encargadas de la seguridad en el país a realizar una investigación profunda y efectiva hasta dar con él o los responsables de la muerte de Padilla, y que este hecho violento no se sume a la larga lista de impunidad en el país. “Este acto violento cometido contra la vida de un periodista, solo refleja la situación general de inseguridad que se vive en el país”.
Como en la mayoría de los casos violentos, el arma de fuego es la más utilizada en la mayoría de los crímenes, seguida del arma blanca (tipo puñal o machete).
En algunos casos, las víctimas han muerto por previo estrangulamiento por parte de sus victimarios, quienes posteriormente usan las armas de fuego y dejan los cuerpos abandonados en vías públicas, según informaciones preliminares en algunos casos.
La mayoría de las víctimas fueron personas jóvenes, desde los 21 hasta los 48 años de edad, dedicados a la locución, producción de programas de radio y televisión, animadores de espectáculos, cronistas deportivos, directores de programas pagados en espacios televisivos y radiales, reporteros corresponsales y dueños de medios, entre otros.
La mayor parte de los homicidios se ha producido en los departamentos de Francisco Morazán, Cortés, Atlántida, Olancho, Santa Bárbara, Colón, Lempira, Yoro, Choluteca y El Paraíso.
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